Las pulidoras centrífugas son las más modernas y rápidas para tratar superficies. Los procesos duran varias veces menos que si se llevaran a cabo en vibradoras circulares e incluso entre diez y veinte veces menos que si se realizaran con pulidoras de tambor.
La función de las máquinas de esta serie es sustituir el tratamiento manual y preparar la pieza para los siguientes procesos de tratamiento superficial. El tratamiento superficial en la pulidora centrífuga permite: Desbarbar; rectificar bordes, esmerilar, refinar, desengrasar, eliminar depósitos, óxido y partículas; alisar; pulir.
Las pulidoras centrífugas tienen dos versiones, una para trabajar en mojad con fluidos de apoyo y otra para trabajar en seco con granulado de cáscara de nuez. El proceso en mojado se encuentra asistido por soluciones químicas que mejoran las propiedades deslizantes y aceleran el proceso de micromecanizado. La dosificación del líquido auxiliar se realiza mediante una bomba equipada con un regulador de flujo. En el método en seco se utiliza granulado de cáscara de nuez o bloques de madera que cumplen la función de portar las pastas de esmerilado-pulido. En los procesos en seco, la cámara de trabajo se enfría mediante una bomba de presión especial que airea el interior de la zona de trabajo. Las dos versiones, tanto la de trabajo en seco como la de trabajo en mojado, poseen un sencillo ajuste de revoluciones.
Las pulidoras centrífugas que fabricamos se distinguen en especial por la forma innovadora de su cámara de trabajo. Está redondeada, lo que permite que el movimiento de la carga sea óptimo y reduce las probabilidades de que las piezas se magullen. Garantiza un funcionamiento duradero y sin averías.
Su funcionamiento se basa en producir una fuerza centrífuga que se forma como consecuencia del movimiento giratorio del rotor. Los elementos abrasivos y las piezas se mueven en espiral dentro de la cámara de trabajo, lo que hace que las interacciones entre ellos y las fuerzas de contacto resultantes sean mucho mayores que en el caso del movimiento vibratorio. Estas acciones tienen el objetivo de intensificar y acortar el proceso: un micromecanizado más agresivo acelera significativamente los procesos de desbarbado y esmerilado.
Las pulidoras centrífugas están equipadas con una hendidura de trabajo regulada. Gracias a esa regulación, al trabajar en mojado, es posible retirar al instante los restos del tratamiento en forma de lodo. Durante el trabajo en seco, se infunde aire por la hendidura desde la bomba de membrana especial, cuyo objetivo es proteger el rotor y las anillas de las cáscaras de nuez que puedan deteriorarlos. Se recomienda ajustar la hendidura con una abertura de unos 0,15-0,2 mm durante el tratamiento en mojado. Por otro lado, durante el trabajo en seco, la hendidura debe tener una abertura de entre 0,05 y 0,1 mm.
El sistema de aclarado y la cámara de trabajo fácil y rápida de vaciar permiten unos cambios de ciclo frecuentes, lo que influye en el gran rendimiento de este tipo de máquinas.