Conseguir abrasivos para distintos tipos de ranuras, hendiduras y grietas muchas veces es imposible. Para tratar productos de este tipo, la mejor solución son las pulidoras magnéticas, cuyo objetivo es limpiar inicialmente los lugares de difícil acceso de los moldes crudos.
Las pulidoras magnéticas son de gran utilidad para tratar metales preciosos de joyería. Cumplen un papel fundamental a la hora de tratar moldes de plata y oro, eliminando el sedimento que hayan dejado las etapas de producción anteriores.
El funcionamiento de las pulidoras magnéticas se basa en crear un campo magnético alterno. Bajo la influencia de las fuerzas magnéticas, las microagujas sumergidas en el líquido auxiliar inician un movimiento de rotación. La limpieza y el abrillantamiento tienen lugar gracias al contacto intensivo de las microagujas inoxidables con los materiales tratados.
Otra ventaja de las máquinas PM200S y PM500 es la posibilidad de regular y modificar la dirección de las revoluciones. La jeringuilla magnética incluida en el kit garantiza una separación rápida y sencilla de los materiales y las microagujas.
Las pulidoras magnéticas de la serie PM500 poseen una estructura de acero inoxidable, mientras que las PM200 o PM200S están hechas de laminado de resina.